12.2.14

Del Concepto a lo Tangible. Cultura en Estepa





'Del concepto a lo tangible, es el título de la exposición que Antonio Jurado, un joven de nuestra vecina localidad de Gilena, inauguró el pasado viernes y que se podrá visitar en el ayuntamiento de Estepa durante un mes. Carmen Sánchez, delegada de cultura del Ayuntamiento de Estepa presentó el acto y agradeció la asistencia de amigos y amantes del arte que se dieron cita en el hall del edificio del ayuntamiento en una tarde fria y lluviosa. Por su parte, Eusebio Rico, otro artista escultor, hizo las veces de presentador de Antonio Jurado, de quien resaltó su valía como trabajador de la piedra y capaz de sacar movimiento y plasticidad a un material, en principio, tan frio como un bloque de piedra.'

Así reza en la web oficial del ayuntamiento de Estepa. Antonio Jurado, un joven escultor que está dando pasos por consolidarse en este difícil mundo del arte, de la escultura y del trabajo de la piedra en talla directa o lo que es lo mismo, a cincel y martillo, como se suele decir. Nuestra comarca es muy rica en piedra, tiene una tradición de siglos en la cantería y no es difícil entender que el soporte de su obra sea la piedra.











En esta ocasión además y después de exponer en Estepa (y tras pasar por varias exhibiciones como el Museo Del Inca en Montilla, en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, el museo de Osuna, en la feria de arta MarBart 2012 o en su propia localidad, expondrá en Madrid por primera vez), presentó una interesante selección de fotografías sobre una instalación efímera que realizó recientemente y como él mismo contó, en la que sus amigos pintaron sobre su cuerpo párrafos de la Carta Universal de Derechos Humanos y que con la que él quiso expresar su preocupación por las injusticias humanas y la frágil relación de las personas en una sociedad como la actual.




Para mí además, la inauguración tuvo algo de personal, porque para mí era tan importante el asistir como el acompañar a mi querido Eusebio Rico, quien hizo de maestro de ceremonias y nos presentó el talento de este chico aquien él conoce de su época como profesor escultor en la Escuela del Mármol de Fines, en Almería. La ocasión lo merecía y tras la inauguración lo celebramos entre amigos.






En el hall del ayuntamiento nos dimos cita amigos y entusiastas del arte, ya que la ocasión lo merecía, sobre todo en una localidad como Estepa, con una rica oferta de 'cultura tradicional' pero sin embargo muy limitada en cuanto a ofertar otras actividades (por falta de arrojo, por falta de ganas dinero quizás). Los que demandamos otro tipo de expresiónes artísticas y vanguardias expositivas (que las hay),  las que van más allá del toque regionalista, sacro y festivo tan común, celebramos mucho las pocas veces que tenemos actividades como ésta, independientemente del carácter público o privado de las mismas, ya que son contadas las ocasiones en las que poder disfrutar de una buena velada.

Pero las ha habido hay: música, como el festival anual Zimmerman dedicado a la música de Bob Dylan, los conciertos (para mí) antológicos como aquellos de Jarcha o Juan Perro, o el el jazz que actualmente hacen Carlos López y su cuarteto todos los jueves amenizando el gastro-bar Homenaje;  tertulias como los actuales martes de idiomas&tapas o los recitales de poesía y ciclos de cine, 'Los 39 Escalones', que hace años organizaba mi antiguo profesor de literatura, Virgilio Cara, quien entre adolescentes y 'lugareños' se atrevía a ahondar en corrientes artísticas como las vanguardias francesas de la nouvelle vague o exploraba lo trágico del expresionismo alemán; o aquel ciclo de cine documental cubano de Santiago Álvarez que incluso nos trajo a su viuda, Lázara Herrera, para contarnos en dos días el trabajo de un cineasta tan reconocido; los teatros del festival Itálica que se perdieron y se echan en falta con gran pesar, gracias a los cuales podías ver a Los Ulen y un Paco Tous antes de Los Hombres de Paco, unos Tricicle (sí) jovencitos (más yo) o una representación del Tartufo de Molière; o exposiciones de fotografía como la de la serie de Chernobil de Quino Castro; de pintura como aquella exposición privada sobre el gran pintor Guennadi Ulibin en 2002 o la que expuso la colección de arte ruso de Enrique Garriga el año pasado, y aquella que allá por mediados de los 90 trajo a Estepa los fondos de la Sala Conca (Tenerife) tras pasar por ARCO... Recuerdo aquel taller de collage y pintura que hizo Paqui Fernández y del que salió el mural-mosaico de Estepa que hay en la Casa de La Cultura (y del que yo hice tres de las teselas) o el de papel reciclado con la reconocida pintora Pepa Rubio (de la que me hice amiga entonces y que después me invitó a la presentación de una maravillosa exposición, Ghurabá, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en el año 1999). O el curso sobre arte contemporáneo que impartió el pintor sevillano Curro González que me abrió los ojos, amplió mi mirada al arte y que para mí supuso un antes y un después en el entender las abstracciones y vanguardias del siglo XX... Cosas que no me explico aún cómo ocurrieron, en el buen sentido, pero de las que me alegro haber sido protagonista de excepción.

En esas contadas veces se ha demostrado que hay avidez por la cultura, que la cultura es demandada por el público y que hay público para disfrutar de otras cosas, mucho público, y de forma compatible con las fomas populares; y ahí rompo una lanza para músicos como mi hermano, quien siempre ha tenido claro que lo suyo es el rock y el punk y su Garito Rock, el festival de punk-rock que él y su grupo pusieron en marcha hace años, ha vuelto a recuperarse aunque ya sin él; o como la exposición de collages que realizó la artista Merche Chía hace varios meses en el taller de Eusebio Rico y que ya os conté aquí.

No es todo o nada, como véis: no hay que pedir a Guayasamin, a Hopper, a los hiperrealistas americanos, a Chagall, a Matisse, a Dalí o a Chillida, no hay que pedir a Balenciaga o a Versace, a Gris, Tápies, Joan Brossa o la cerámica de Picasso. Hay que querer apostar por la diversidad y la diferencia. Hay que intentarlo.

Viva la cultura, que es muy grande y muy diversa.

No os perdáis los que podáis, el trabajo de Antonio Jurado, que esperemos dé mucho que hablar.


¡B.esos!


Créditos fotográficos_ Quino Castro, Balbina Arias

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